Fabio Salas Zúñiga,
escritor
¿Cuál es la relación entre arte
y tecnología?
Pregunta esta que fue formulada al calor de los años más
bullentes y creativos de la Revolución Rusa durante 1920 y 1930.
Al contrario de lo que mucha gente piensa, el comienzo de la
Revolución Bolchevique significó un período de libertad
artística sin precedentes en la emergencia de un arte moderno,
transversal socialmente y liberado de los lastres del arte
burgués occidental, contra el que las vanguardias de principios
del siglo XX habían reaccionado con convicción y vehemencia. En
las artes visuales, por ejemplo, se asistió a la aparición de
dos tendencias madres de la plástica de la centuria: el
Suprematismo, liderado por Kasimir Malevich y el
Constructivismo, alentado entre otros por Alexander
Rodtchenko. Tendencias las dos que preconizaban una huida
del figurativismo, pero que además aparejaban una tendencia
formativa para el ser humano emancipado que la Revolución
aspiraba a crear.
Vanguardia, término de la nomenclatura militar del francés
Avant-Garde, que remite a la primera fila en el combate
donde sus integrantes están capacitados para encarar la parte
más exigente de la brega. En arte, las vanguardias jugaron con
el concepto de anticipación, adelantarse al tiempo en el
espacio, traer el futuro al presente, y en esos términos ¡vaya
que tuvieron grandes logros los artistas soviéticos de la
primera fase de la Revolución! (1917-1930)
En el seno de estas discusiones de construir una sociedad
emancipada, la técnica iba de la mano de la creación artística
junto con el diseño, la pedagogía, la producción industrial
unidas y mancomunadas con la pretensión superior de articular
socialmente la Belleza en la vida cotidiana de los habitantes de
la Unión Soviética. De esta manera es que la relación entre Arte
y Tecnología puede asumirse como una imbricación que posee un
precepto de liberación social al embellecer la vida y hacerla
más fácil y más generosa en su crisol social.
Es aquí donde se aprecia el gran aporte que hace este libro de
Sandriuska Theremin. Al divulgar la vida y obra de León Théremin,
un inventor, ingeniero, músico y creador ruso que unió todas las
dimensiones de compromiso político y social que encarnó la
Revolución de Octubre. Pues, esta personalidad desarrolló con su
inventiva un hecho inédito en la historia de la cultura hasta
entonces prevista: la unión de la música con la tecnología
electrónica.
El sonido de la electrogenie.
Eso es lo que León Theremin instauró con un visionarismo que se
anticipó un siglo a su tiempo y espacio. La sonoridad del
Theremin estableció una dimensión propia de lo moderno, sonido
musical tecnológico, alejado de la órganología tradicional.
Sonido que auguraba la era de las conquistas espaciales y de la
imaginería de la ciencia ficción.
Sonido eléctrico, sonido nuevo, vanguardia que nos traía el
futuro a nuestra vida hoy y aquí y cuya historia Sandriuska ha
recopilado con concisión, pero fielmente y sin desapegarse de
los hechos.
La historia que refiere este libro es la historia de una música
que cien años después se ha establecido como un referente,
quizás el más significativo, de nuestro presente digital.
¿Qué otra cosa significa si no, el advenimiento de Internet y la
Inteligencia Artificial, como la materialización de esa segunda
naturaleza, esa segunda realidad que el campo virtual digital ya
ha sentado sus bases en esta etapa del siglo XXI y que fue el
sueño de futuristas y vanguardistas de hace cien años?
La epopeya de León Theremin es la historia de un creador único,
que aportó sus realizaciones muchas veces a contramano de la
presión social que le tocó padecer en vida, pero cuya vigencia
ha pervivido hasta nosotros con una claridad diáfana e
incitante, tal como en la época en que fue enunciada.
Por eso, saludemos la aparición de este libro con deleite y con
gratitud. No es usual que en nuestro medio cultural abunden
textos sobre música de vanguardia o música electroacústica.
Sandriuska Theremin ha brindado un libro tan sencillo como
necesario, tan ameno como motivador, pues no faltará quien,
motivado por su lectura, profundice después por sus propios
medios en la búsqueda de nuevas pistas sobre este utopista del
siglo XX que abrió un espacio infinito donde devienen, como
nacimientos cósmicos, los sonidos del éter.
Sandriuska Theremin es thereminista, música,
compositora escritora, editora y miembro de la Sociedad Chilena
del Derecho de Autor.
Integrante de la Banda Poetas Marcianos. Editora
en Marciano ediciones. Ha publicado entrevistas en Lakúma Pusáki,
Revista virtual de arte y literatura, entre otros a Óscar Hahn
(2003); Armando Uribe Arce (2004); Delia Domínguez (2005).
Singles: Una Mujer Gabriela Mistral (2019), Padre
Nuestro, poema de Winett de Rokha (2019), Clara (2020).
Ha publicado algunos poemas en Nube Cónica,
revista de poesía chilena y latinoamericana (2020)
"Los sonidos del éter", Marciano
Ediciones, 2020. Ensayo. 110 páginas.
Solicítalo
en la web de Marciano Ediciones
www.marcianoediciones.cl
y en el
facebook de la autora
https://www.facebook.com/Sandriuska.maldonadohenriquez
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